ANA PASTOR, CANDIDATA A PRESIDIR EL CONGRESO: UNA NUEVA OFENSA PARA LAS VÍCTIMAS DEL TREN DE SANTIAGO

La Ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, ha sido propuesta por el PP para presidir el Congreso de los Diputados. Es la octava persona con responsabilidades políticas de la catástrofe que ha sido "premiada". Y esta vez el premio es "extraordinario", nada más y nada menos que la tercera autoridad del estado.

Con 81 fallecidos y 144 heridos, es una auténtica burla para las víctimas, que vemos con dolor e indignación como es nombrada para un cargo de tan alto nivel.

Más aún después de que la semana pasada la Agencia Ferroviaria Europea, máximo órgano técnico de la UE en materia de seguridad ferroviaria, publicara un demoledor informe sobre la catástrofe que padecimos.

Un informe que certifica el inclumplimiento de la Directiva Europea de Seguridad Ferroviaria por parte de su ministerio y concluye que:

- “Teniendo en cuenta la extremadamente seria naturaleza de este accidente debería abrirse una investigación que cumpla con las exigencias de independencia.”

- Las conclusiones de la Comisión de Investigación Accidentes Ferroviarios (CIAF), auspiciada por Ana Pastor, no son válidas al no ser un organismo independiente.

- Que el informe de la CIAF “se centra en el fallo humano y no da respuesta a preguntas esenciales, ni determina las causas estructurales y causas raíz, que son las que con toda probabilidad se refieren a las actuaciones que implicarían a ADIF, RENFE e INECO”. Todas ellas dependientes de su ministerio.

- Que la CIAF obvia las causas principales como: el cambio de proyecto que rebajó la seguridad y la desconexión del sistema de control de velocidad (realizado bajo el mandato de Ana Pastor), que, de no haberse producido, el accidente se habría evitado.

Además, varios autos de los jueces señalaron la falta de colaboración con la justicia por parte de Renfe y Adif.

Y para mayor escándalo, tal y como se publicó en varios medios, ha presionado a la UE para que dicho informe no viera la luz. Y se ha negado siempre a algo tan democrático como la creación de una Comisión de Investigación Parlamentaria.

En cualquier país europeo una persona con este curriculum y que ha hecho todo lo posible para que no se sepa la verdad de una tragedia que quitó la vida a 81 personas e hirió a más de 144, no sólo no sería la tercera autoridad del estado, sino que habría dimitido.